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SENDEROS EN BORAU: La Gruta helada de Lecherines

Es un lugar mágico, de visita obligada. Ven a conocer la Villa de Borau y podrás adentrarte en esta maravilla geológica del Pirineo.

Ruta señalizada con carteles direccionales del Parque Natural, y comienza desde el hermoso Refugio Lopez Huici.

Para llegar hasta aquí, existen varias opciones, aunque la más cómoda es solicitar ONLINE EL PERMISO PARA CIRCULAR POR LAS PISTAS DE LAS BLANCAS . Es muy importante cumplir este protocolo, ya que entrar con un vehiculo privado a la pista de las blancas es motivo de denuncia.

Una vez aquí, un cartel direccional nos envía hacia la población de Canfranc a través del GR-11 que nos hace recorrer un buen tramo de «tasca» o prado alpino, que durante los meses de verano es utilizado por lo pastores y «vaqueros» de la Villa de Borau para el pasto de sus reses. Es importante respetar este trabajo ancestral y cultural de tanta importancia, no enturbiando la paz de estos animales que plácidamente son los encargados de humanizar desde la sostenibilidad este paisaje.

A nuestra izquierda, vamos disrutando continuamente del paisaje de estos Lecherines (como comunmente se conoce a la zona, aunque no hay que dejar pasar la oportunidad de hablar con los pastores locales, y ver como a cada parte de este enorme valle glaciar se le conoce de una determinada manera…).

Una vez llegamos a Plano Bajo, donde existe un abrevadero y dos refugios en mal estado, nuestro camino se desviará a la izquierda para adentrarnos, esta vez bajo las indicaciones de Sendero Local (blanco y verde) en la canal que nos conducirá hasta la entrada de la Gruta Helada. Una vez aquí, hay que estar atento a los visibles mojones que nos indican el camino a seguir, ya que las marcas de pintura son más discretas, ya que no hemos querido enturbiar el caracter salvaje de esta ruta.

Trás ascender unos 350 metros de desnivel por una canal pedregosa pero de extraordinaria belleza, alcanzamos un pequeño circo desde el que divisamos los «viravientos» de las cretas de Peña Blanca, que son los encargados de evitar la acumluación y formación de cornisas durante los meses de invierno, ya que justo al otro lado se sitúa la que fué Estación Internacional de Canfranc y el precioso Valle de los Arañones. Aqúi la canal se divide en dos direcciones, formando una gran Y, dónde elegiremos el camino de izquierda para descender a continuación unos metros que nos depositarán en la escondida Cueva de Hielo, como la llaman en la Villa de Borau.

Para la vuelta al refugio os proponemos dos opciones. La más sencilla y «para todos los públicos» es volver por el mismo camino ya realizado, descendiendo hasta Plano Bajo y retomando el GR-11 hasta el refugio. La otra opción, más aventurera e intuitiva consiste en alcanzar el punto de partida por el camino de la «raya». Un visible estrato ondulado que es utilizado por pastores y conocedores del terreno, del que podemos descargar el track en nuestra página de wikiloc y aventurarnos si tenemos ganas y habilidad para movernos por lapiaces y zonas pedregosas de alta montaña.

La ruta en Wikiloc, aquí